Cómo empecé con las computadoras

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Siguiendo la línea del O’Reilly Radar sobre cómo se engancharon en las computadoras varios tecnólogos célebres (Tim O’Reilly, Guido Van Rossum -Python-, Cory Doctorow -BoingBoing-, James Duncan Davidson -Tomcat y Ant-, etc). También Enrique Dans ha hecho ya su aportación. Y yo no soy un geek famoso ni mucho menos, pero como diría Jardiel Poncela, siempre es divertido hablar de uno mismo.

Mis inicios en la informática fueron con una TRS-80 de Radio Shack, que sólo sabía "bootear" en BASIC y no tenía unidad de disco ni sistema operativo real, así que la única forma de grabar un programa o datos era con una grabadora de audio y cassettes. Sí, oyeron bien. A muchos amigos que están metidos en esto de IT y que incluso conocieron las tarjetas perforadas les cuesta trabajo creer que con un cable de audio y una grabadora, tecleabas SAVE “programa1” y ENTER, y empezaban a salir chirridos de la computadora. Los cables de audio que yo tenía estaban ya muy usados así que había que permanecer quietecito todo el tiempo hacer al menos tres grabaciones, o más si el programa había costado mucho trabajo. También había que usar cassettes de buena calidad y recordar qué tenían, porque cualquier día te guardabas una canción de Julio Iglesias encima del re-vo-lu-cio-na-rio programa para almacenar números telefónicos.

(Como dato al margen, recuerdo haber leído que en aquella época incluso había un programa en la BBC de Londres que, digamos los jueves a las 2:00 AM, transmitían solamente chirridos para alguna máquina determinada, así que había que conectar la radio a la computadora y teclear LOAD en el momento justo. En la BBC sólo decían: “el próximo martes toca transmitir un jueguito para la Acorn / Spectrum / etc. Era tecnología en su más pura expresión).

Quisiera creer que me enganché porque la computadora dió alimento a mi curiosa mente abstracta, o porque pude al fin emplear todos esos ciclos desperdiciados de procesamiento cerebral, pero debo confesar que lo que me atrajo principalmente era el manual de programación del TRS-80, narrado por una pequeña computadora a manera de cómic. Me divirtió tanto que acepté la propuesta de mi papá de trabajar en vacaciones, con tal de explorar la compu. Después de uno, dos, tres programas básicos de diez líneas llenas de GOTO y de IF..THEN..ELSE, el daño estaba hecho: el poder de crear estaba en mis manos. Mi primer programa creativo fue una pequeña carrera de caballos que, para mi sorpresa, causó revuelo y hasta apuestas en la oficina. La TRS-80 no tenía muchas capacidades gráficas así que tuve que esperar hasta la aparición de las PCs -una Televideo, ahora sí, con drive de 5 1/4″- para hacer más intento dibujando líneas y áreas en una pantalla. Siempre deseé haber tenido talento para el dibujo así que supongo que fue una manera de compensar.

Como tener una PC en casa era demasiado -la Televideo, una vez más, era de la oficina- compré una computadora que aún conservo y que es una verdadera reliquia: una Timex-Sinclair 2068. En España, no me dejarán mentir los enterados, fue bien popular, pero con otro nombre: ZX Spectrum. Aquí encontré una página con las increíbles especificaciones: velocidad de 3.58 MHz, 48K de RAM, resolución de 256×192 pixeles, ausencia total de unidad de disco (¡otra vez!), una pequeña impresora térmica,.. pero lo más raro de esta maquinita era su teclado: pulsar “I” producía la palabra “INPUT” en la pantalla, pero pulsarla por segunda vez mostraba una “I”, sin embargo apretando Shift se producía la palabra “IF”. Era muy confuso programar con ella pero producía gráficos muy bonitos y tenía un chip de sonido increíble. Larguísimas horas pasé transcribiendo programas de revistas españolas para el Spectrum…

Fue por esa época que decidí que quería estudiar una carrera relacionada directamente con los ordenadores y, más precisamente, con la programación. Soñaba con escribir un programa que fuera capaz de conversar normalmente e ir aprendiendo conforme platicaba; con diseñar un juego interactivo que miles jugaran hasta altas horas de la noche; con crear fórmulas que, al ser graficadas en la pantalla, crearan bellas imágenes llenas de colores y formas.

Y aún sueño con todo eso…

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